
Hoy sin buscarla, la he encontrado, estaba allí, agazapada entre la maraña matinal, robusta, enhiesta, saludándome, haciéndose visible entre el oscuro. Su nívea presencia, en un principio me ha hecho dudar, pensando que quizá fuese un reflejo, un punto de luz,...pero cual buscador de agua, he escarbado en mi pelo hasta la raíz y la he visto claramente, hoy me he dado cuenta que me ha salido MI PRIMERA CANA.
Primero me ha hecho gracia, he pensado...mira que mona, la he visto como un niño que da sus primeros pasos con ternura, ...luego el terror ha empezado ha hacer mella en mi optimismo inicial y he aparcado la ternura para adentrarme en los miedos ancestrales...Dios mio...envejezco!!!
Me he sentido como la protagonista de una peli de terror que encerrada en su cabaña campestre empieza a escuchar las pisadas siniestras de un asesino a sueldo, el corazón le late desbocado, el cerebro empieza a emitir un estertor de pánico...YA ESTÁN AHÍ!!!
Son ellos, los años que nos van cercando, haciéndose visibles, apoderándose de nosotros y cambiándonos a su antojo, son ellos y llegan de la noche a la mañana, sin previo aviso, como las resacas matinales que te recuerdan cada palmo de tu cerebro.
Bien, sí, ya tengo una cana, ahora no me queda más que reivindicarla, porque si me hago su amiga, quizá no necesite otras que le hagan compañía y me conceda una tregua hasta la aparición de otra cana...Siempre nos quedará Cruela Devil