Bon Jour Princesa

Los días son como las galletas de la suerte...

O como los frutos secos, sólo sabes que son buenos o no cuando te los has metido en la boca y , para tu desgracia, los has masticado un par de veces.

Hay días a los que les cuesta manifestarse, buenos o malos, son esos días en que no sabes muy bien de que humor te pillan, y que no se decantan hasta bien entrada la mañana.

Hay otros días rotundos, en los que la realidad, dulce o amarga, te golpea sin aviso, ya sea una palmadita en la espalda o una hostia en toda regla.

Pero todos, todos, llevan en su interior una frase a modo de proverbio chino, unas veces es un titular:“los analistas prevén que el BCE suba mañana los tipos de interés”,

otras es una canción que ha desayunado contigo “Ain’t no mountain High Enough”, o una frase que se te ha enganchado en el metro “dejen salir antes de entrar”. Debo decir que la mayoría no son tan claros, si no que se esconden tras un sudoku maldito, “suma día, suma mes, suma trabajo igual a...no podemos quedar no tengo un duro” o “suma niños, suma tiempo, más un no, más pareja igual a... hoy tampoco”, otras son mensajes encriptados, casi imposibles, alucinaciones fonéticas “Bue”, “Pssse”, “piiiiiiiiiiii”.

Hoy mi día ha sido definido, claro, como decía una pedante de mi clase “meridiano”, es decir me he levantado hecha polvo, me he mirado al espejo y he confirmado mis sospechas, tenía unas bolsas bajo los ojos del tamaño de las que te ponen en los centros comerciales cuando compras cosas muy grandes. Es decir eran bolsas XXL. Mi humor hoy iba conjuntado, rollo pasarela Gaudi: “Las bolsas hoy las presentamos con un bonito humor de perros, a conjunto con todo ello proponemos un pelo encrespado al estilo del muñeco diabólico, y para acabar proponemos tener una prisa del carajo....al modelo le llamaremos Bon jour Princesa”.

La guinda la ha puesto una grúa que ha decidido cortar la calle, sin previo aviso, total para que van a avisar si total a las 8:45 de la mañana apenas hay tráfico...Me pregunto si las obras y las grúas son un poco como las setas ¿crecerán las noches de humedad? O peor aún, trabajan para un diabólico Dr. Hayquejoder S., que las pone allí para acabar de empeorar un mal día.

Es todo una casualidad, la indefectible ley de Murphy, o es que en los días malos somos como los imanes y atraemos grúas, bolsas, pelos y malos rollos...Y eso sin abrir un solo periódico...